San Eloy era y es el patrón bretón de los herreros. Un día llegó a su herreria un desconocido que quería herrar a su caballo. Cuando Eloy aceptó el encargo, el desconocido cortó las patas del caballo una por una, puso herraduras nuevas y las colocó de nuevo en su sitio. Durante ese curioso episodio, el caballo no padeció en absoluto. Después el desconocido reveló su verdadera identidad. se trataba de Jesucristo, que había ido a presentar sus respetos al herrero. Eloy era además el santo de los caballos y durante su festividad, también conocida como pardon es costumbre montar a caballo en torno a las iglesias para que el santo pueda darles su protección. También se ofrecen al santo mechones de las crines y colas de los caballos. Un espectaculo, sin duda. El poder de la mística…….
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